Cierres de fondos

La causa principal por la que se suele cerrar un fondo es porque se ha hecho muy popular y ha alcanzado un tamaño tan grande que amenaza la estrategia del mismo.

Los grandes flujos de entrada de dinero son un buen indicador del éxito de un fondo pero pueden llegar a convertirse en un problema para los gestores. Cuando las estrategias de gestión funcionan bien, el fondo recibe mucho dinero de los partícipes y el gestor se puede ver forzado a invertir en alguna empresa más de lo que querría, poniendo en riesgo la adecuada diversificación de la cartera.

Pueden ser otras las causas que lleven a un fondo a cerrar, como la reestructuración de la oferta o la falta de éxito en la captación.

Los tipos de cierres que existen son básicamente dos:

  • Soft close. El fondo solo se cierra a nuevos partícipes. El caso más habitual.
  • Hard close. El fondo se cierra tanto a los nuevos partícipes como a los existentes.

Un fondo en soft close sigue abierto, los partícipes pueden reembolsar dinero y en función de las características del cierre los partícipes podrán seguir comprando.

El cierre es diferente de la suspensión de un fondo. Con la suspensión lo que se busca es frenar los flujos de salida para evitar que el gestor tenga que vender para atender a demasiadas peticiones de reembolsos.

Las gestoras o comercializadoras de fondos comunican a los partícipes los cierres debiendo también informar a la CNMV pues se trata de hechos relevantes.


Fuentes:

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